Por 

Carlos Torres

Por 

Carlos Torres

El gran Tin Tan

Ciudad Juárez

June

 

13

2025

Personajes

Crecí viendo sus películas. Cientos y cientos de carcajadas. Millones de mexicanos lo recordamos con cariño. Basta con pensar en su voz, sus frases divertidas o sus películas para sonreír.

Cuentan que a diferencia de otros comediantes Tin-Tan improvisaba en las grabaciones. Una gran postal del cine de oro mexicano puede ser sin duda la de Germán Valdez en el rey del barrio bailando con Tongolele.

Decir que Tin Tan fue solo un comediante famoso sería quedarse muy corto. Él fue un verdadero ícono del cine mexicano. Con su estilo de hablar, sus bromas y sus gestos, logró crear un personaje único: el Pachuco de Oro. A veces, con solo una mirada, ya nos hacía reír.

Germán Cipriano Teodoro Gómez Valdés y Castillo, como realmente se llamaba, nació en la Ciudad de México el 19 de septiembre de 1915. Fue el segundo de nueve hermanos. Varios de ellos también fueron actores, como sus hermanos. Ramón o Manuel. Su papá era agente aduanal, por lo que la familia se mudó primero a Veracruz y luego a Ciudad Juárez, donde German pasó su infancia y juventud.

Vivir en Juarez fue clave en su vida, porque allí conoció la cultura de los pachucos, un estilo muy popular en la frontera. En aquellos años lo apodaban "La Chiva" y ya era conocido por hacer imitaciones y contar chistes. Como Germán no era muy aplicado en la escuela, su papá lo puso a trabajar desde joven.

Consiguió un puesto como ayudante en la estación de radio XEJ en Ciudad Juárez. Un día, mientras arreglaba unos cables, se puso a imitar a Agustín Lara sin saber que el micrófono estaba abierto. La gente lo escuchó y llamó a la estación para pedir más. Así fue como empezó todo.

Gracias a ese talento, el dueño de la estación le dio un personaje: el Pachuco Topillo Tapas, en el programa El Barco de la Ilusión. Ahí Germán imitaba voces de actores y hacía monólogos en spanglish (mezcla de inglés y español). Desde entonces, su carrera despegó.

Después pasó al teatro con la compañía del ecuatoriano Paco Miller, quien le puso el apodo de Tin Tan en 1943. Luego llegó al cine, donde debutó en El que la traga la paga y El hijo desobediente. A partir de ahí, su carrera fue imparable: hizo 102 películas en 26 años. Algunas de las más famosas fueron El Rey del Barrio, Simbad el Mareado, Calabacitas Tiernas y El Ceniciento.

Su última película fue El Capitán Mantarraya, en 1969, donde actuó con sus hermanos y su esposa Rosalia Julian. Cuenten que Tin-Tan tiene el récord de haber besado más mujeres en las películas, Silvia Pinal lo confirmaba al decir que sin duda besaba muy bien

Nuestro querido pachuco le ganaba en esas lides a Jorge Negrete, Pedro Infante o Arturo de Córdoba.

Además, cantaba muy bien. En opinión del compositor Luis Alcaraz nadie interpretó tan bien su canción "Bonita" como lo pudo hacer Germán Valdez. Por si esto fuera poco destacó haciendo doblajes para películas de Disney. Fue la voz del oso Baloo en El libro de la selva y del gato O’Malley en Los Aristogatos.

Tin Tan falleció el 29 de junio de 1973 por un cáncer de páncreas que él no sabía que tenía. Solo su esposa lo sabía.

Murió en la clínica de la ANDA y dejó seis hijos de tres matrimonios distintos.

Hace poco visité la Sala de Arte Tin Tan, en Ciudad Juárez, muy cerca de donde comenzó su carrera en la estación de radio. Ahí se pueden ver sus trajes, sombreros, fotos, carteles de películas y muchos objetos personales que su hija Rosalía Valdés donó.

El tiempo pasa, pero Tin Tan sigue vivo en la memoria de México. Siempre es buen momento para recordarlo con una de sus frases más divertidas:

¿Tons qué? Ya llegó su pachucote, un chorro de felicidad se anida en mi pechuga y me extraña que siendo araña no te sepas ya la maña. Los muchachos me dicen Tin Tan, porque en mí todo es música."